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Mostrando entradas de enero, 2022

Ningún profeta es bien recibido en su tierra (Lc 4,21-30)

4º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 21 Y comenzó a decirles: —Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír. 22 Todos daban testimonio en favor de él y se maravillaban de las palabras de gracia que procedían de su boca, y decían: —¿No es éste el hijo de José? 23 Entonces les dijo: —Sin duda me aplicaréis aquel proverbio: «“Médico, cúrate a ti mismo”. Cuanto hemos oído que has hecho en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra». 24 Y añadió: —En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su tierra. 25 Os digo de verdad que muchas viudas había en Israel en tiempos de Elías, cuando durante tres años y seis meses se cerró el cielo y hubo gran hambre por toda la tierra; 26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 27 Muchos leprosos había también en Israel en tiempo del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, más que Naamán el Sirio. 28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira

Himno a la caridad (1 Co 12,31—13,13)

4º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 12,31 Aspirad a los carismas mejores. Sin embargo, todavía os voy a mostrar un camino más excelente. 13,1 Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, sería como el bronce que resuena o un golpear de platillos. 2 Y aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, y aunque tuviera tanta fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, no sería nada. 3 Y aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo para dejarme quemar, si no tengo caridad, de nada me aprovecharía. 4 La caridad es paciente, la caridad es amable; no es envidiosa, no obra con soberbia, no se jacta, 5 no es ambiciosa, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal, 6 no se alegra por la injusticia, se complace en la verdad; 7 todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 La caridad nunca acaba. Las profecías desaparecerán, las lenguas cesarán, la

Profeta de las naciones (Jr 1,4-5.17-19)

4º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 4 La palabra del Señor se me dirigió diciendo: 5 —Antes de plasmarte en el seno materno, te conocí, antes de que salieras de las entrañas, te consagré, te puse como profeta de las naciones. 17 Y tú, te ceñirás la cintura, te levantarás, y les dirás todo cuanto te ordene. No les temas, no vaya a ser que Yo te haga temerles. 18 Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, columna de hierro, y muralla de bronce sobre todo el país, frente a los reyes de Judá y a sus autoridades, a sus sacerdotes y al pueblo llano. 19 Te harán la guerra, pero no te podrán, porque estoy contigo para librarte —oráculo del Señor—. El relato de la vocación de Jeremías muestra en profundidad el misterio de toda llamada divina, acto eterno y gratuito de Dios por el que se desvela a un alma el porqué y el para qué de su vida. El comienzo de toda persona humana nunca es simple resultado del azar, pues nada escapa a la divina pr

Hoy se ha cumplido esta Escritura (Lc 1,1-4; 4,14-21)

3º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 1,1 Ya que muchos han intentado poner en orden la narración de las cosas que se han cumplido entre nosotros, 2 conforme nos las transmitieron quienes desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, 3 me pareció también a mí, después de haberme informado con exactitud de todo desde los comienzos, escribírtelo de forma ordenada, distinguido Teófilo, 4 para que conozcas la indudable certeza de las enseñanzas que has recibido. 4,14 Entonces, por impulso del Espíritu, volvió Jesús a Galilea y se extendió su fama por toda la región. 15 Y enseñaba en sus sinagogas y era honrado por todos. 16 Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre entró en la sinagoga el sábado y se levantó para leer. 17 Entonces le entregaron el libro del profeta Isaías y, abriendo el libro, encontró el lugar donde estaba escrito: 18  El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ha ungido para evangelizar a los p

El Cuerpo Místico de Cristo (1 Co 12,12-30)

3º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 12 Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aun siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque todos nosotros, tanto judíos como griegos, tanto siervos como libres, fuimos bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. 14 Pues tampoco el cuerpo es un solo miembro, sino muchos. 15 Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser del cuerpo. 16 Y si dijera el oído: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Ahora bien, Dios dispuso cada uno de los miembros en el cuerpo como quiso. 19 Si todos fueran un solo miembro, ¿donde estaría el cuerpo? 20 Ciertamente muchos son los miembros, pero uno solo el cuerpo. 21 No puede el ojo decir a la mano: «No te

Leían el libro de la Ley explicando el sentido (Ne 8,2-4a.5-6.8-10)

3º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 2 El día uno del mes séptimo el sacerdote Esdras trajo la Ley ante toda la asamblea, hombres y mujeres, ante todos los que tenían uso de razón. 3 Desde que hubo luz hasta el medio día la leyó al frente de la explanada que hay delante de la puerta de las Aguas, ante los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón. Todo el pueblo prestaba oído al libro de la Ley. 4a Esdras, el escriba, estaba de pie sobre un estrado de madera que habían preparado para la ocasión. 5 Esdras, el escriba, abrió el libro a la vista de todo el pueblo, pues sobresalía por encima de todos, y cuando lo abrió todo el pueblo se puso en pie. 6 Esdras bendijo al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo respondió: «¡Amén, amén!», alzando sus manos. Después se inclinaron y se postraron ante el Señor rostro en tierra. 8 Leían el libro de la Ley de Dios con claridad, explicando el sentido, para instruir con la lectura. 9 Nehemías, que era el gobernador

Las bodas de Caná (Jn 2,1-11)

2º domingo del Tiempo ordinario – C. Evangelio 1 Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. 3 Y, como faltó vino, la madre de Jesús le dijo: —No tienen vino. 4 Jesús le respondió: —Mujer, ¿qué nos importa a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora. 5 Dijo su madre a los sirvientes: —Haced lo que él os diga. 6 Había allí seis tinajas de piedra preparadas para las purificaciones de los judíos, cada una con capacidad de unas dos o tres ºmetretas. 7 Jesús les dijo: —Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta arriba. 8 Entonces les dijo: —Sacadlas ahora y llevadlas al maestresala. Así lo hicieron. 9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde provenía —aunque los sirvientes que sacaron el agua lo sabían— llamó al esposo 10 y le dijo: —Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han bebido bien, el peor; tú, al cont

Diversidad de carismas (1 Co 12,4-11)

2º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 4 Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo; 5 y diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; 6 y diversidad de acciones, pero Dios es el mismo, que obra todo en todos. 7 A cada uno se le concede la manifestación del Espíritu para provecho común: 8 a uno se le concede por el Espíritu palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a uno fe en el mismo Espíritu, a otro don de curaciones en el único Espíritu; 10 a uno poder de obrar milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus; a uno diversidad de lenguas, a otro interpretación de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las realiza el mismo y único Espíritu, que las distribuye a cada uno según quiere. Parece que entre los corintios paganos se daban fenómenos de exaltación religiosa, como entrar en trance, acompañados, a veces, de la pronunciación de palabras o frases extrañas. Eran casos parecidos a lo que sucedía en el

El Señor se ha complacido en ti (Is 62,1-5)

2º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 1 Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré hasta que su justicia despunte como la aurora, y su salvación arda como una antorcha. 2 Las naciones verán tu justicia, y todos los reyes, tu gloria; te llamarán con un nombre nuevo, que pronunciará la boca del Señor. 3 Serás corona gloriosa en la mano del Señor, diadema real en la palma de tu Dios. 4 Ya no te dirán más: «Abandonada», ni de tu tierra dirán ya: «Desolada», sino que te llamarán: «Mi-delicia-está-en-ella», y a tu tierra: «Desposada», porque el Señor se ha complacido en ti, y tu tierra tendrá esposo. 5 Como un joven se desposa con una virgen, contigo se desposará tu constructor, y como se alegra el novio con la novia se deleitará en ti el Señor. y su premio va por delante. La ciudad nueva de Jerusalén es ahora mencionada expresamente e identificada con Sión (v. 1). Será exaltada en este nuevo himno puesto en b

Bautismo de Jesús (Lc 3,15-16.21-22)

El Bautismo del Señor – C. Evangelio 15 Como el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si acaso Juan no sería el Cristo, 16 Juan salió al paso diciéndoles a todos: —Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatarle la correa de las sandalias: él os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego. 21 Se estaba bautizando todo el pueblo. Y cuando Jesús fue bautizado, mientras estaba en oración, se abrió el cielo 22 y bajó el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como una paloma. Y se oyó una voz que venía del cielo: —Tú eres mi Hijo, el Amado, en ti me he complacido. Los cuatro evangelios recogen la actividad del Bautista que precedió la vida pública de Cristo. Juan recuerda que él no es el Mesías, pero que éste está al llegar y que vendrá con el poder de juez supremo, propio de Dios, y con una dignidad que no tiene parangón humano (vv. 15-16): «Aprended del mismo Juan un ejemplo de humildad. Le tien