Domingo de Ramos – C. Evangelio 23,32 Llevaban también con él a dos malhechores para matarlos. 33 Cuando llegaron al lugar llamado «Calavera», le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: —Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. Y se repartieron sus ropas echando suertes. 35 El pueblo estaba mirando, y los jefes se burlaban de él y decían: —Ha salvado a otros, que se salve a sí mismo, si él es el Cristo de Dios, el elegido. 36 Los soldados se burlaban también de él; se acercaban y ofreciéndole vinagre 37 decían: —Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. 38 Encima de él había una inscripción: «Éste es el Rey de los judíos». 39 Uno de los malhechores crucificados le injuriaba diciendo: —...
Domingo de Ramos. 2ª lectura 6 [Cristo Jesús], siendo de condición divina, no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios, 7 sino que se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y, mostrándose igual que los demás hombres, 8 se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Y por eso Dios lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre; 10 para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, 11 y toda lengua confiese: «¡Jesucristo es el Señor!», para gloria de Dios Padre. Comentario a Filipenses 2,6-11 Éste es uno de los textos más antiguos del Nuevo Testamento sobre la divinidad de Jesucristo. Quizá es un himno utilizado por los primeros cristianos que San Pablo retoma. En él se canta la humillación y la exaltación de Cristo. El Apóstol, teniendo presente la divinidad de Cristo, centra su atención en la muerte de cruz como ejemplo s...