Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? (Rm 8,31b-34)
31b
Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no
perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos
dará con él todas las cosas? 33 ¿Quién presentará acusación contra
los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica? 34 ¿Quién condenará?
¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está
a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?
Estos versículos expresan una de las declaraciones más elocuentes de
Pablo: la fuerza omnipotente de Aquel que ama a la criatura humana, hasta el
punto de entregar a la muerte a su propio Hijo Unigénito, hará que salgamos
victoriosos de los ataques y padecimientos. Los cristianos, con tal de que
queramos acoger los beneficios divinos, podemos tener la certeza de alcanzar la
salvación, porque Dios no dejará de darnos las gracias necesarias. Nada de lo
que nos pueda ocurrir podrá apartarnos del Señor: ni temor de la muerte, ni
amor de la vida, ni príncipes de los demonios, ni potestades del mundo, ni
tormentos que nos hacen sufrir....
Comentarios
Publicar un comentario