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Mostrando entradas de 2023

Le pusieron por nombre Jesús (Lc 2,16-21)

Santa María, Madre de Dios - Evangelio 16 Los pastores vinieron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. 17 Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño. 18 Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho. 19 María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón. 20 Y los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según les fue dicho. 21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como le había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno. Comentario a Lucas 2,16-21 Dice el evangelista que los pastores fueron deprisa (v. 16) a Belén, porque como recuerda San Ambrosio «nadie busca a Cristo perezosamente» ( Expositio Evangelii secundum Lucam , ad loc). Ya antes se había dicho que tras la Anunciación, Nuestra Señora, había ido deprisa (1,39) a visitar a Santa Isab

¡Abbá! Padre (Ga 4,4-7)

Santa María, Madre de Dios - 2ª lectura 4 Pero al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, 5 para redimir a los que estaban bajo la Ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y, puesto que sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abbá, Padre!» 7 De manera que ya no eres siervo, sino hijo; y como eres hijo, también heredero por gracia de Dios. Comentario a Gálatas 4,4-7 En Cristo, Dios ofrece a todos los hombres la posibilidad de llegar a ser hijos suyos, y a todos envía el Espíritu de su Hijo. «Cualquier hombre que cree (...) ya no pertenece a la ascendencia de su padre carnal, sino a la simiente del Salvador, que se hizo precisamente Hijo del hombre, para que nosotros pudiésemos llegar a ser hijos de Dios» (S. León Magno, Sermo 6 in Nativitate 2). Con la Encarnación en «la plenitud de los tiempos» (v. 4), la historia ha llegado a su momento culminante, ha quedado defi

El Señor te bendiga y te guarde (Nm 6,22-27)

Santa María, Madre de Dios - 1ª lectura 22 El Señor habló a Moisés diciendo: 23 —Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: 24 “El Señor te bendiga y te guarde, 25 el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su gracia, 26 el Señor alce su rostro hacia ti y te conceda la paz”». 27 »Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y Yo los bendeciré. Comentario a Números 6,22-27 Esta fórmula de bendición es una de las más antiguas que nos ha conservado la Biblia. Se alude a ella en algunos Salmos (cfr 31,17; 67,2; etc.) y era empleada por los sacerdotes en la liturgia del Templo. Consta de tres peticiones que comienzan con el nombre del Señor. Algunos autores de la antigüedad vieron en la triple invocación un preanuncio de la Santísima Trinidad. Se implora a continuación la protección de la vida, la gracia y la paz; tres dones que resumen las aspiraciones del hombre y que sólo Dios puede otorgar en plenitud. La

Presentación de Jesús en el Templo (Lc 2,22-40)

Fiesta de la Sagrada Familia. B. Evangelio 22 Y cumplidos los días de su purificación según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, 23 como está mandado en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor; 24 y para presentar como ofrenda un par de tórtolas o dos pichones, según lo mandado en la Ley del Señor. 25 Había por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Este hombre, justo y temeroso de Dios, esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba en él. 26 Había recibido la revelación del Espíritu Santo de que no moriría antes de ver al Cristo del Señor. 27 Así, vino al Templo movido por el Espíritu. Y al entrar los padres con el niño Jesús, para cumplir lo que prescribía la Ley sobre él, 28 lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: 29 —Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, según tu palabra: 30 porque mis ojos han visto tu salvación, 31 la que has preparado ante la faz de todos los pueb

La vida de familia (Col 3,12-21)

Sagrada Familia. 2ª lectura 12 Por tanto, como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. 13 Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga queja contra otro; como el Señor os ha perdonado, hacedlo así también vosotros. 14 Sobre todo, revestíos con la caridad, que es el vínculo de la perfección. 15 Y que la paz de Cristo se adueñe de vuestros corazones: a ella habéis sido llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo habite en vosotros abundantemente. Enseñaos con la verdadera sabiduría, animaos unos a otros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando agradecidos en vuestros corazones. 17 Y todo cuanto hagáis de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. 18 Mujeres: estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos: amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con e

Quien teme al Señor honra a sus padres (Si 3,3-7.14-16)

Sagrada Familia. 1ª lectura 3 El Señor glorifica al padre en los hijos, y establece la autoridad de la madre sobre la prole. 4 Quien honra al padre expía los pecados; 5 quien da gloria a la madre es como si juntara tesoros. 6 El que honra al padre recibirá alegría de sus hijos, y será escuchado en el día de su plegaria. 7 Quien honra al padre vivirá largos días; y quien obedece al Señor será el consuelo de su madre. 14 Hijo, socorre a tu padre en la vejez, y no le entristezcas durante su vida. 15 Aunque perdiese el juicio, sé indulgente con él, y no le desprecies cuando tú estés en pleno vigor; 16 pues la piedad con el padre no será olvidada, sino que te servirá de disculpa frente a tus pecados. Comentario a Eclesiástico 3,3-7.14-16 La sabiduría tradicional invita a observar atentamente lo que sucede, para encontrar los modos más eficaces de alcanzar la felicidad. Desde esa perspectiva se contemplan ahora las relaciones de los hijos con sus padres: honrar a los pa

Hoy nos ha nacido un Salvador (Lc 2,1-14)

  Navidad. Misa de Medianoche. Evangelio 1 En aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto, para que se empadronase todo el mundo. 2 Este primer empadronamiento se hizo cuando Quirino era gobernador de Siria. 3 Todos iban a inscribirse, cada uno a su ciudad. 4 José, como era de la casa y familia de David, subió desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David llamada Belén, en Judea, 5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. 6 Y cuando ellos se encontraban allí, le llegó la hora del parto, 7 y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el aposento. 8 Había unos pastores por aquellos contornos, que dormían al raso y vigilaban por turno su rebaño durante la noche. 9 De improviso un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de luz. Y se llenaron de un gran temor. 10 El ángel les dijo: —No temáis. Mirad que vengo a anunciaros una gran alegría, que lo se

Ha aparecido la gracia de Dios a todos los hombres (Tt 2,11-14)

Navidad. Misa de Medianoche. 2ª lectura 11 Pues se ha manifestado la gracia de Dios, portadora de salvación para todos los hombres, 12 educándonos para que renunciemos a la impiedad y a las concupiscencias mundanas, y vivamos con prudencia, justicia y piedad en este mundo, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo, 14 que se entregó a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y para purificar para sí un pueblo escogido, celoso por hacer el bien. Comentario a Tito 2,11-14 La acción de la gracia divina manifestada en la Encarnación tiene eficacia redentora: es portadora de salvación, además de fuente de santificación, al educar para un comportamiento moral recto. Las obligaciones descritas manifiestan un estilo de vida cristiana (v. 12) fundado en la esperanza (v. 13). Es Cristo quien con su obra redentora ha logrado que podamos tener tal vida y esperanza. En la Eucaristía, alimento del alma,

Un hijo se nos ha dado (Is 9,1-3.5-6)

Navidad. Misa de Medianoche. 1ª lectura 1 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz, a los que habitaban en tierra de sombras de muerte, les ha brillado una luz. 2 Multiplicaste el gozo, aumentaste la alegría. Se alegran en tu presencia con la alegría de la siega, como se gozan al repartirse el botín. 3 Porque el yugo que los cargaba, la vara de su hombro, el cetro que los oprimía, los quebraste como el día de Madián. 5 Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Sobre sus hombros está el imperio, y lleva por nombre: Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz. 6 El imperio será engrandecido, y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para sostenerlo y consolidarlo con el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo hará. Comentario a Isaías 9,1-6 A partir de Is 8,23 comienza a hacerse presente, aún entre sombras, la figura del rey Ezequí

Darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús (Lc 1,26-38)

4º domingo de Adviento – B. Evangelio 26 En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David. La virgen se llamaba María. 28 Y entró donde ella estaba y le dijo: —Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo. 29 Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué podía significar este saludo. 30 Y el ángel le dijo: —No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: 31 concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 33 reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su Reino no tendrá fin. 34 María le dijo al ángel: —¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón? 35 Respondió el ángel y le dijo: —El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el qu

El misterio ahora manifestado (Rm 16,25-27)

4º domingo de Adviento – B. 2ª lectura 25 Al que tiene el poder de confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio oculto por los siglos eternos, 26 pero ahora manifestado a través de las Escrituras proféticas conforme al designio del Dios eterno, dado a conocer a todas las gentes para la obediencia de la fe, 27 a Dios, el único sabio, a Él la gloria por medio de Jesucristo por los siglos de los siglos. Amén. Comentario a Romanos 16,25-27 A diferencia de otras cartas, San Pablo termina la carta a los Romanos con una doxología a Dios omnipotente y sabio por medio de Jesucristo. Un papiro muy antiguo la coloca en 15,33; otros manuscritos la ubican al final del cap. 14, repitiéndola también como conclusión de la epístola. Estos cambios se debieron a la lectura litúrgica de la carta que prescindía a veces de los caps. 15 y 16, por ser de un carácter más personal.

Tu casa y tu reino permanecerán para siempre (2 S 7,1-5.8b-12.14a.16)

4º domingo de Adviento – B. 1ª lectura 1 Cuando el rey se estableció en su casa y el Señor le concedió la paz con los enemigos de alrededor, 2 dijo el rey al profeta Natán: —Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras que el arca del Señor habita en una tienda de lona. 3 Natán respondió al rey: —Vete y haz lo que te dicta el corazón, porque el Señor está contigo. 4 Pero esa misma noche la palabra del Señor llegó sobre Natán en estos términos: 5 —Vete y dile a mi siervo David: Así dice el Señor: ¿Eres tú el que va a edificar una casa para que Yo habite en ella? 8b Yo te he tomado del aprisco, de detrás del rebaño para que seas príncipe sobre mi pueblo Israel; 9 he estado contigo en todas tus andanzas, he eliminado a todos tus enemigos ante ti y he hecho tu nombre grande entre los grandes de la tierra. 10 Asignaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que habite allí y nadie le moleste; los malvados no volverán a oprimirlo como antes, 11 cuando constituí jueces

Testimonio de Juan el Bautista (Jn 1,6-8.19-28)

3º domingo de Adviento – B. Evangelio 6 Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. 7 Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos creyeran. 8 No era él la luz, sino el que debía dar testimonio de la luz. 19 Éste es el testimonio de Juan, cuando desde Jerusalén los judíos le enviaron sacerdotes y levitas para que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». 20 Entonces él confesó la verdad y no la negó, y declaró: —Yo no soy el Cristo. 21 Y le preguntaron: —¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías? Y dijo: —No lo soy. —¿Eres tú el Profeta? —No —respondió. 22 Por último le dijeron: —¿Quién eres, para que demos una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo? 23 Contestó: —Yo soy la voz del que clama en el desierto: «Haced recto el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías. 24 Los enviados eran de los fariseos. 25 Le preguntaron: —¿Pues por qué bautizas si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el Profeta? 26 Juan le

Estad siempre alegres (1 Ts 5,16-24)

3º domingo de Adviento – B. 2ª lectura 16 Estad siempre alegres. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias por todo, porque eso es lo que Dios quiere de vosotros en Cristo Jesús. 19 No extingáis el Espíritu, 20 ni despreciéis las profecías; 21 sino examinad todas las cosas, retened lo bueno 22 y apartaos de toda clase de mal. 23 Que Él, Dios de la paz, os santifique plenamente, y que vuestro ser entero —espíritu, alma y cuerpo— se mantenga sin mancha hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 El que os llama es fiel, y por eso lo cumplirá. Comentario a 1 Ts 5,16-24 San Pablo acaba de exhortar a todos los cristianos a manifestar con obras la caridad fraterna (vv. 14-15). Como consecuencia encontrarán la paz con Dios y con los demás que llena al hombre de gozo y serenidad (v. 16). Entonces, incluso las mayores penas y dolores llevados con visión de fe no quitan la alegría: «Si nos sentimos hijos predilectos de nuestro Padre de los Cielos, ¡que eso somos!, ¿cómo no vamos a estar ale

El Espíritu del Señor está sobre mí (Is 61,1-2a.10-11)

3º domingo de Adviento – B. 1ª lectura 1 El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para llevar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, anunciar la redención a los cautivos, y a los prisioneros la libertad; 2a para anunciar el año de gracia del Señor. 10 Con gran contento gozo en el Señor, y mi alma se alegra en mi Dios, porque me ha vestido con ropaje de salvación, me ha envuelto con manto de justicia, como novio que se ciñe la diadema, como novia que se adorna con sus joyas. 11 Como la tierra echa sus brotes, como el huerto hace germinar sus semillas, así, el Señor Dios hace germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones. Comentario a Is 61,1-2.10-11 Con estilo denso y conciso este oráculo presenta al mensajero escatológico hablando en un soliloquio. Es otro de los textos claves del libro de Isaías. No es difícil encontrar puntos de contacto con los cantos del siervo, en especial con

Comienzo del Evangelio (Mc 1,1-8)

2º domingo de Adviento – B. Evangelio 1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Como está escrito en el profeta Isaías: Mira que envío a mi mensajero delante de ti, para que vaya preparando tu camino. 3 Voz del que clama en el desierto: «Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas». 4 Apareció Juan Bautista en el desierto predicando un bautismo de penitencia para remisión de los pecados. 5 Y toda la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de pelo de camello con un ceñidor de cuero a la cintura y comía langostas y miel silvestre. 7 Y predicaba: —Después de mí viene el que es más poderoso que yo, ante quien yo no soy digno de inclinarme para desatarle la correa de las sandalias. 8 Yo os he bautizado en agua, pero él os bautizará en el Espíritu Santo. Comentario a Marcos 1,1-8 El versículo inicial viene a ser como el pórtico de todo el

No tarda el Señor (2 Pe 3,8-14)

2º domingo de Adviento – B. 2ª lectura 8 Pero hay algo, queridísimos, que no debéis olvidar: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 No tarda el Señor en cumplir su promesa, como algunos piensan; más bien tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan. 10 Pero como un ladrón llegará el día del Señor. Entonces los cielos se desharán con estrépito, los elementos se disolverán abrasados, y lo mismo la tierra con lo que hay en ella. 11 Si todas estas cosas se van a destruir de ese modo, ¡cuánto más debéis llevar vosotros una conducta santa y piadosa, 12 mientras aguardáis y apresuráis la venida del día de Dios, cuando los cielos se disuelvan ardiendo y los elementos se derritan abrasados! 13 Nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva, en los que habita la justicia. 14 Por lo tanto, queridísimos, a la espera de estos acontecimientos, esmeraos para que él os encuentre en paz, i

Preparad el camino del Señor (Is 40,1-5.9-11)

2º domingo de Adviento – B. 1ª lectura 1 Consolad, consolad a mi pueblo, —dice vuestro Dios—. 2 Hablad al corazón de Jerusalén y gritadle que se ha cumplido su servidumbre, y ha sido expiada su culpa, que ha recibido de la mano del Señor el doble por todos sus pecados. 3 Una voz grita: «En el desierto preparad el camino del Señor, en la estepa haced una calzada recta para nuestro Dios. 4 Todo valle será rellenado, y todo monte y colina allanados, lo torcido será recto, y lo escarpado, llano. 5 Entonces se revelará la gloria del Señor, y toda carne a una la verá, pues ha hablado la boca del Señor». 9 Súbete a un monte bien alto, tú, la que traes buenas noticias a Sión; alza con fuerza tu voz, la que traes buenas noticias a Jerusalén, grita sin temor. Di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios». 10 Mirad, el Señor Dios viene con poder, y su brazo le somete todo. Mirad que trae su recompensa, y su premio va por delante. 11 Apacienta su rebaño c

Alégrate, llena de gracia (Lc 1,26-38)

Inmaculada concepción – Evangelio 26 En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David. La virgen se llamaba María. 28 Y entró donde ella estaba y le dijo: —Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo. 29 Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué podía significar este saludo. 30 Y el ángel le dijo: —No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: 31 concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 33 reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su Reino no tendrá fin. 34 María le dijo al ángel: —¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón? 35 Respondió el ángel y le dijo: —El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá S