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Mostrando las entradas etiquetadas como Juan Bautista

Bautismo de Jesús (Lc 3,15-16.21-22)

El Bautismo del Señor – C. Evangelio 15 Como el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si acaso Juan no sería el Cristo, 16 Juan salió al paso diciéndoles a todos: —Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatarle la correa de las sandalias: él os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego. 21 Se estaba bautizando todo el pueblo. Y cuando Jesús fue bautizado, mientras estaba en oración, se abrió el cielo 22 y bajó el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como una paloma. Y se oyó una voz que venía del cielo: —Tú eres mi Hijo, el Amado, en ti me he complacido. Comentario a Lucas 3,15-22 Los cuatro evangelios recogen la actividad del Bautista que precedió la vida pública de Cristo. Juan recuerda que él no es el Mesías, pero que ést...

Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego (Lc 3,10-18)

3º domingo de Adviento – C. Evangelio 10 Las muchedumbres le preguntaban [a Juan]: —Entonces, ¿qué debemos hacer? 11 Él les contestaba: —El que tiene dos túnicas, que le dé al que no tiene; y el que tiene alimentos, que haga lo mismo. 12 Llegaron también unos publicanos para bautizarse y le dijeron: —Maestro, ¿qué debemos hacer? 13 Y él les contestó: —No exijáis más de lo que se os ha señalado. 14 Asimismo le preguntaban los soldados: —Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer? Y les dijo: —No hagáis extorsión a nadie, ni denunciéis con falsedad, y contentaos con vuestras pagas. 15 Como el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si acaso Juan no sería el Cristo, 16 Juan salió al paso diciéndoles a todos: —Yo os bautizo con agua; pero viene el que es m...

Preparad el camino del Señor (Lc 3,1-6)

2º domingo de Adviento – C. Evangelio 1 El año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y de la región de Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, 2 bajo el sumo sacerdote Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto. 3 Y recorrió toda la región del Jordán predicando un bautismo de penitencia para remisión de los pecados, 4 tal como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz del que clama en el desierto: «Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas. 5 Todo valle será rellenado, y todo monte y colina allanados; los caminos torcidos serán rectos, y los caminos escarpados serán llanos. 6 Y todo hombre verá la salvación de Dios». Co...

Tú eres mi Hijo, el amado, en ti me he complacido (Mc 1,7-11)

Bautismo del Señor – B. Evangelio 7 Juan predicaba: —Después de mí viene el que es más poderoso que yo, ante quien yo no soy digno de inclinarme para desatarle la correa de las sandalias. 8 Yo os he bautizado en agua, pero él os bautizará en el Espíritu Santo. 9 Y sucedió que en aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 Y nada más salir del agua vio los cielos abiertos y al Espíritu que, en forma de paloma, descendía sobre él; 11 y se oyó una voz desde los cielos: —Tú eres mi Hijo, el amado, en ti me he complacido. Comentario a Marcos 1,7-11 El Bautista predicaba un bautismo de penitencia, y predicaba la llegada de Jesús como alguien «más poderoso que yo» (v. 7), cuyo bautismo será en «el Espíritu Santo». En efecto, el bautismo de Juan suponía reconocer la propia condición de pecador —«confesando sus pecados» (v. 5)—, puesto que tal rito significaba precisamente eso. Esta confesión de los pecados es distinta del sacramento c...

Testimonio de Juan el Bautista (Jn 1,6-8.19-28)

3º domingo de Adviento – B. Evangelio 6 Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. 7 Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos creyeran. 8 No era él la luz, sino el que debía dar testimonio de la luz. 19 Éste es el testimonio de Juan, cuando desde Jerusalén los judíos le enviaron sacerdotes y levitas para que le preguntaran: «¿Tú quién eres?». 20 Entonces él confesó la verdad y no la negó, y declaró: —Yo no soy el Cristo. 21 Y le preguntaron: —¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías? Y dijo: —No lo soy. —¿Eres tú el Profeta? —No —respondió. 22 Por último le dijeron: —¿Quién eres, para que demos una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo? 23 Contestó: —Yo soy la voz del que clama en el desierto: «Haced recto el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías. 24 Los enviados eran de los fariseos. 25 Le preguntaron: —¿Pues por qué bautizas si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el Profeta? 26 Juan le...

Comienzo del Evangelio (Mc 1,1-8)

2º domingo de Adviento – B. Evangelio 1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Como está escrito en el profeta Isaías: Mira que envío a mi mensajero delante de ti, para que vaya preparando tu camino. 3 Voz del que clama en el desierto: «Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas». 4 Apareció Juan Bautista en el desierto predicando un bautismo de penitencia para remisión de los pecados. 5 Y toda la región de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de pelo de camello con un ceñidor de cuero a la cintura y comía langostas y miel silvestre. 7 Y predicaba: —Después de mí viene el que es más poderoso que yo, ante quien yo no soy digno de inclinarme para desatarle la correa de las sandalias. 8 Yo os he bautizado en agua, pero él os bautizará en el Espíritu Santo. Comentario a Marcos 1,1-8 El versículo inicial viene a ser como el pórtico de todo el...

Bautismo de Jesús (Mt 3,13-17)

Bautismo del Señor. Evangelio - A 13 Entonces vino Jesús al Jordán desde Galilea, para ser bautizado por Juan. 14 Pero éste se resistía diciendo: —Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí? 15 Jesús le respondió: —Déjame ahora, así es como debemos cumplir nosotros toda justicia. Entonces Juan se lo permitió. 16 Inmediatamente después de ser bautizado, Jesús salió del agua; y entonces se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma y venía sobre él. 17 Y una voz desde los cielos dijo: —Éste es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido. ¿Por qué Jesús debía pasar por este bautismo si no tenía pecado que purificar (cfr Hb 4,15)? Tampoco los evangelistas soslayan esta dificultad. Las palabras de Juan el Bautista, con su resistencia a bautizar a Jesús (Mt 3,14), lo indican también. Pero ni los evangelios ni la tradición cristiana, que está en su origen y que les sigue, omitieron el relato. La narración deja...

Yo envío a mi mensajero delante de ti (Mt 11,2-11)

Domingo 3º Adviento - A. Evangelio 2 Entretanto Juan, que en la cárcel había tenido noticia de las obras de Cristo, envió a preguntarle por mediación de sus discípulos: 3 —¿Eres tú el que va a venir, o esperamos a otro? 4 Y Jesús les respondió: —Id y anunciadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: 5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio. 6 Y bienaventurado el que no se escandalice de mí. 7 Cuando ellos se fueron, Jesús se puso a hablar de Juan a la multitud: —¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre vestido con finos ropajes? Daos cuenta de que los que llevan finos ropajes se encuentran en los palacios reales. 9 Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os lo aseguro, y más que un profeta. 10 Éste es de quien está escrito: Mira que yo envío a mi mensajero delante de ti...

Predicación de Juan el Bautista (Mt 3,1-12)

Domingo 2º Adviento – A. Evangelio 1 En aquellos días apareció Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea 2 y diciendo: —Convertíos, porque está al llegar el Reino de los Cielos. 3 Éste es aquel de quien habló el profeta Isaías diciendo: Voz del que clama en el desierto: «Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas». 4 Llevaba Juan una vestidura de pelo de camello con un ceñidor de cuero a la cintura, y su comida eran langostas y miel silvestre. 5 Entonces acudía a él Jerusalén, toda Judea y toda la comarca del Jordán, 6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 7 Al ver que venían a su bautismo muchos fariseos y saduceos, les dijo: —Raza de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que va a venir? 8 Dad, por tanto, un fruto digno de penitencia, 9 y no os justifiquéis interiormente pensando: «Tenemos por padre a Abrahán». Porque os aseguro que Dios puede hacer surgir de estas piedras hijos de Abrahán. 10 Ya está el hacha...

Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego (Lc 3,10-18)

3º domingo de Adviento – C. Evangelio 10 Las muchedumbres le preguntaban [a Juan]: —Entonces, ¿qué debemos hacer? 11 Él les contestaba: —El que tiene dos túnicas, que le dé al que no tiene; y el que tiene alimentos, que haga lo mismo. 12 Llegaron también unos publicanos para bautizarse y le dijeron: —Maestro, ¿qué debemos hacer? 13 Y él les contestó: —No exijáis más de lo que se os ha señalado. 14 Asimismo le preguntaban los soldados: —Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer? Y les dijo: —No hagáis extorsión a nadie, ni denunciéis con falsedad, y contentaos con vuestras pagas. 15 Como el pueblo estaba expectante y todos se preguntaban en su interior si acaso Juan no sería el Cristo, 16 Juan salió al paso diciéndoles a todos: —Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatarle la correa de las sandalias: él os bautizará en el Espíritu Santo y en fuego. 17 Él tiene el bieldo en su mano, para limpiar su era y recoge...

Nacimiento de Juan (Lc 1,57-66.80)

Solemnidad de San Juan Bautista – B. Evangelio 57 Entretanto le llegó a Isabel el tiempo del parto, y dio a luz un hijo. 58 Y sus vecinos y parientes oyeron la gran misericordia que el Señor le había mostrado y se congratulaban con ella. 59 El día octavo fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías. 60 Pero su madre dijo: —De ninguna manera, sino que se llamará Juan. 61 Y le dijeron: —No hay nadie en tu familia que tenga este nombre. 62 Al mismo tiempo preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. 63 Y él, pidiendo una tablilla, escribió: «Juan es su nombre». Lo cual llenó a todos de admiración. 64 En aquel momento recobró el habla, se soltó su lengua y hablaba bendiciendo a Dios. 65 Y se apoderó de todos sus vecinos el temor y se comentaban estos acontecimientos por toda la montaña de Judea; 66 y cuantos los oían los grababan en su corazón, diciendo: —¿Qué va a ser, entonces, este niño? Porque la mano del Señor est...

Antes de que llegara Cristo, Juan predicó (Hch 13,22-26)

Solemnidad de San Juan Bautista – B. 2ª lectura En aquellos días Pablo dijo: 22 Dios les suscitó como rey a David, a quien acreditó diciendo: Encontré a David, hijo de Jesé, hombre según mi corazón, que hará en todo mi voluntad. 23 De su descendencia, Dios, según la promesa, hizo surgir para Israel un Salvador, Jesús. 24 Juan había predicado, ante la proximidad de su venida, un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel. 25 Cuando estaba Juan para terminar su carrera decía: «¿Quién pensáis que soy? No soy yo, sino mirad que detrás de mí viene uno a quien no soy digno de desatar el calzado de los pies». 26 Hermanos, hijos de Abrahán y los que entre vosotros sois temerosos de Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de Salvación. El discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia nos informa admirablemente sobre su manera de presentar el Evangelio a una congregación de judíos y prosélitos. Describe un cuadro general de la historia de la salvación, donde f...

Luz de las naciones (Is 49,1-6))

Solemnidad de San Juan Bautista – B. 1ª lectura 1 ¡Escuchadme, islas! ¡Poned atención, pueblos lejanos! El Señor me llamó desde el seno materno, desde las entrañas de mi madre pronunció mi nombre. 2 Hizo de mi boca espada afilada, a la sombra de su mano me encubrió; hizo de mí una flecha aguzada, y me guardó en su aljaba. 3 Y me dijo: «Tú eres mi siervo, Israel, en quien me glorío». 4 Yo me decía: «En balde me he fatigado, inútilmente y en vano he gastado mi fuerza. Sin embargo, mi juicio pertenece al Señor, y mi recompensa está en mi Dios». 5 Ahora dice el Señor, el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para hacer que Jacob volviese a Él y para reunirle a Israel, pues soy estimado a los ojos del Señor y mi Dios ha venido a ser mi fortaleza: 6 «Muy poco es que seas siervo mío para restaurar las tribus de Jacob y hacer volver a los supervivientes de Israel. Te he puesto para ser luz de las naciones, para que mi sal...