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Mostrando las entradas etiquetadas como Números

El Señor te bendiga y te guarde (Nm 6,22-27)

Santa María, Madre de Dios - 1ª lectura 22 El Señor habló a Moisés diciendo: 23 —Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: 24 “El Señor te bendiga y te guarde, 25 el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su gracia, 26 el Señor alce su rostro hacia ti y te conceda la paz”». 27 »Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y Yo los bendeciré. Comentario a Números 6,22-27 Esta fórmula de bendición es una de las más antiguas que nos ha conservado la Biblia. Se alude a ella en algunos Salmos (cfr 31,17; 67,2; etc.) y era empleada por los sacerdotes en la liturgia del Templo. Consta de tres peticiones que comienzan con el nombre del Señor. Algunos autores de la antigüedad vieron en la triple invocación un preanuncio de la Santísima Trinidad. Se implora a continuación la protección de la vida, la gracia y la paz; tres dones que resumen las aspiraciones del hombre y que sólo Dios puede otorgar en plenitud. La ...

El Espíritu se reparte en abundancia (Nm 11,25-29)

26º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 25 Descendió el Señor en la nube y habló con él. Tomó un poco del espíritu que había sobre Moisés y lo infundió sobre cada uno de los setenta ancianos. Y cuando el espíritu reposó sobre ellos se pusieron a profetizar. Pero no volvieron a hacerlo. 26 Dos hombres se habían quedado en el campamento, uno se llamaba Eldad y el otro Medad. El espíritu reposó sobre ellos, pues eran de los señalados aunque no habían ido a la tienda, y se pusieron a profetizar en el campamento. 27 Un muchacho corrió a referírselo a Moisés, y le dijo: —Eldad y Medad están profetizando en el campamento. 28 Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde su juventud, replicó: —Señor mío, Moisés, prohíbeselo. 29 Moisés le dijo: —¿...

La serpiente de bronce (Nm 21,4b-9)

Exaltación de la Santa Cruz – 1ª lectura 4b En el camino desfalleció el ánimo del pueblo. 5 El pueblo habló contra Dios y contra Moisés: —¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto para morir en este desierto, donde no hay pan ni agua y nuestra alma no puede más con este alimento tan ligero? 6 El Señor les envió serpientes venenosas que mordieron al pueblo, y murió mucha gente de Israel. 7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: —Hemos pecado porque hemos hablado contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 8 El Señor dijo a Moisés: —Haz una serpiente venenosa y ponla sobre un mástil, y todo el que haya sido mordido y la mire, vivirá. 9 Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un mástil, y si alguien había sido mordido por una serpiente, miraba fijamente la serpiente de bronce y vivía. El pueblo continúa protestando contra Moisés, ahora a causa de aquel gran rodeo en torno a Edom. Pero e...