4º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 4 La palabra del Señor se me dirigió diciendo: 5 —Antes de plasmarte en el seno materno, te conocí, antes de que salieras de las entrañas, te consagré, te puse como profeta de las naciones. 17 Y tú, te ceñirás la cintura, te levantarás, y les dirás todo cuanto te ordene. No les temas, no vaya a ser que Yo te haga temerles. 18 Yo te pongo hoy como ciudad fortificada, columna de hierro, y muralla de bronce sobre todo el país, frente a los reyes de Judá y a sus autoridades, a sus sacerdotes y al pueblo llano. 19 Te harán la guerra, pero no te podrán, porque estoy contigo para librarte —oráculo del Señor—. Comentario a Jeremías 1,4-5 y 17-19 El relato de la vocación de Jeremías muestra en profundidad el misterio de toda llamada divina, acto eterno y gratu...