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Mostrando las entradas etiquetadas como Resurrección

Estuve muerto pero ahora estoy vivo (Ap 1,9-11a.12-13.17-19)

Domingo 2º de Pascua – C. 2ª lectura 9 Yo, Juan, vuestro hermano que comparte con vosotros la tribulación, el reino y la paciencia en Jesús, estuve en la isla que se llama Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. 10 Caí en éxtasis un domingo y oí detrás de mí una gran voz, como una trompeta, 11 que decía: —Escribe en un libro lo que ves y envíaselo a las siete iglesias. 12 Me volví para ver quién me hablaba; y al volverme, vi siete candelabros de oro, 13 y en medio de los candelabros como un Hijo de hombre, vestido con una túnica hasta los pies, y ceñido el pecho con una banda de oro. 17 Al verle, caí a sus pies como muerto. Él, entonces, puso la mano derecha sobre mí, diciendo: —¡No temas! Yo soy el primero y el último, 18 el que vive; estuve muerto pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglo...

Dios nos da la victoria sobre la muerte por medio de Jesucristo (1 Co 15,54-58)

8º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura Y cuando este cuerpo corruptible se haya revestido de incorruptibilidad, y este cuerpo mortal se haya revestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido absorbida en la victoria. 55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? 56 El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la ley. 57 Pero demos gracias a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo. 58 Por tanto, amados hermanos míos, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, sabiendo que en el Señor vuestro trabajo no es vano. Comentario a 1 Corintios 15,54 Poco antes, San Pablo ha afirmado que «No todos moriremos, pero todos seremos transformados» (v. 51). Con lenguaje apocalíptico (sonido de la trompeta, uso de la pri...

El hombre terreno y el hombre celestial (1 Co 15,45-49)

7º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura Así está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho ser vivo; el último Adán, espíritu que da vida. 46 Pero no es primero lo espiritual, sino lo natural; después lo espiritual. 47 El primer hombre, sacado de la tierra, es terreno; el segundo hombre es del cielo. 48 Como el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como el celestial, así son los celestiales. 49 Y como hemos llevado la imagen del hombre terreno, llevaremos también la imagen del hombre celestial. Comentario a 1 Corintios 15,45-49 Para exponer cómo tendrá lugar la resurrección de los muertos, el Apóstol utiliza comparaciones tomadas del reino vegetal, animal y mineral, para que pueda entenderse mejor (vv. 36-41). «Este “cómo ocurrirá la resurrección” sobrepasa nuestra imaginación y nuestro entendimiento; ...

Si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe (1 Co 15,12.16-20)

6º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 12 Pero si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de entre vosotros dicen que no hay resurrección de los muertos? 16 Pues si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado; 17 pero si Cristo no ha resucitado, vana es vuestra fe, todavía estáis en vuestros pecados. 18 E incluso los que han muerto en Cristo perecieron. 19 Y si tenemos puesta la esperanza en Cristo sólo para esta vida, somos los más miserables de todos los hombres. 20 Ahora bien, Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primer fruto de los que mueren. Comentario a 1 Corintios 15,12 y 16-20 Con su resurrección Cristo completa la obra de la Redención. Si muriendo en la cruz había vencido al pecado, era necesario que resucitase, venciendo así a la muerte, consecuencia del pecado (cfr Rm 5,12). «La Resurrecci...

Cristo resucitó al tercer día, según las Escrituras (1 Co 15,1-11)

5º domingo del Tiempo ordinario – C. 2ª lectura 1 Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os prediqué, que recibisteis, en el que os mantenéis firmes, 2 y por el cual sois salvados, si lo guardáis tal como os lo anuncié. ¡Y si no, habéis creído en vano! 3 Porque os transmití en primer lugar lo mismo que yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; 5 y que se apareció a Cefas, y después a los doce. 6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía y algunos ya han muerto. 7 Luego se apareció a Santiago, y después a todos los apóstoles. 8 Y en último lugar, como a un abortivo, se me apareció también a mí. 9 Porque soy el menor de los ...

Los que duermen en el polvo de la tierra despertarán (Dn 12,1-3)

33º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está al frente de los hijos de tu pueblo; será tiempo de angustia, como no lo ha habido desde que existe nación alguna hasta aquel tiempo. Y en aquel tiempo será salvado tu pueblo: todos los que se encuentran inscritos en el libro. 2 Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán: unos para vida eterna, otros para vergüenza, para ignominia eterna. 3 Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad. Comentario a Daniel 12,1-3 La profecía concluye anunciando la salvación del pueblo de Dios por mediación de Miguel, el ángel protector de Israel. La imagen de los inscritos en el libro expresa quiénes son verdaderamente el pueblo de Dios: aquellos que É...

Talitha qumi. Niña, levántate (Mc 5,21-43)

13º domingo del Tiempo ordinario – B. Evangelio 21 Y tras cruzar de nuevo Jesús en la barca hasta la orilla opuesta, se congregó una gran muchedumbre a su alrededor mientras él estaba junto al mar. 22 Viene uno de los jefes de la sinagoga, que se llamaba Jairo. Al verlo, se postra a sus pies 23 y le suplica con insistencia diciendo: —Mi hija está en las últimas. Ven, pon las manos sobre ella para que se salve y viva. 24 Se fue con él, y le seguía la muchedumbre, que le apretujaba. 25 Y una mujer que tenía un flujo de sangre desde hacía doce años, 26 y que había sufrido mucho a manos de muchos médicos y se había gastado todos sus bienes sin aprovecharle de nada, sino que iba de mal en peor, 27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la muchedumbre y le tocó el manto 28 —porque decía: «Con que toque su ropa, me curar...

Creemos, y por eso hablamos (2 Co 4,13—5,1)

10º domingo del Tiempo ordinario – B. 2ª lectura 13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe —según lo que está escrito: Creí, por eso hablé—, también nosotros creemos, y por eso hablamos, 14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará con Jesús y nos pondrá a su lado con vosotros. 15 Porque todo es para vuestro bien, a fin de que la gracia, multiplicada a través de muchos, haga abundar la acción de gracias para la gloria de Dios. 16 Por eso no desfallecemos; al contrario, aunque nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día. 17 Porque la leve tribulación de un instante se convierte para nosotros, incomparablemente, en una gloria eterna y consistente, 18 ya que nosotros no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las visibles s...

Les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras (Lc 24,35-48)

3º domingo de Pascua – B. Evangelio 35 Y ellos se pusieron a contar lo que había pasado en el camino, y cómo le habían reconocido en la fracción del pan. 36 Mientras ellos estaban hablando de estas cosas, Jesús se puso en medio y les dijo: —La paz esté con vosotros. 37 Se llenaron de espanto y de miedo, pensando que veían un espíritu. 38 Y les dijo: —¿Por qué os asustáis, y por qué admitís esos pensamientos en vuestros corazones? 39 Mirad mis manos y mis pies: soy yo mismo. Palpadme y comprended que un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo. 40 Y dicho esto, les mostró las manos y los pies. 41 Como no acababan de creer por la alegría y estaban llenos de admiración, les dijo: —¿Tenéis aquí algo que comer? 42 Entonces ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. 43 Y lo tomó y se lo comió delante de ellos. 44 Y les dijo: —Esto es lo que os decía cuando aún estaba con vosotros: es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profe...

Textos para la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección

Haciendo click en cada línea con la referencia bíblica se puede acceder al texto completo y a los comentarios sobre las lecturas de la Vigilia Pascual y de la Misa del Domingo de Resurrección Vigilia Pascual Primera lectura: Gn 1, 1-2, 2. Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno Segunda lectura: Gn 22, 1-18. El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe Tercera lectura: Ex 14, 15-15, 1 a. Los hijos de Israel entraron en medio del mar, por lo seco Séptima lectura: Ez 36, 16-17a.18-28. Derramaré sobre vosotros un agua pura, y os daré un corazón nuevo Octava lectura: Rm 6, 3-11. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más Evangelio: Mc 16,1-7. Jesús el Nazareno, el crucificado, ha resucitado Domingo de Resurrección Primera lectura: Hch 10,34a.37-43. Dios lo resucitó al tercer día  Segunda lectura: Col 3,1-4. Buscad las cosas de arriba Evangelio: Jn 20,1-9. Los lienzos en el sepulcro vacío

Los lienzos en el sepulcro vacío (Jn 20,1-9)

Domingo de Resurrección – Evangelio 1  El día siguiente al sábado, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio quitada la piedra del sepulcro.  2  Entonces echó a correr, llegó hasta donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, el que Jesús amaba, y les dijo: —Se han llevado al Señor del sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto. 3  Salió Pedro con el otro discípulo y fueron al sepulcro. 4  Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó antes al sepulcro.  5  Se inclinó y vio allí los lienzos plegados, pero no entró.  6  Llegó tras él Simón Pedro, entró en el sepulcro y vio los lienzos plegados,  7  y el sudario que había sido puesto en su cabeza, no pleg...

Buscad las cosas de arriba (Col 3,1-4)

Domingo de Resurrección – 2ª lectura 1  Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios;  2  sentid las cosas de arriba, no las de la tierra.  3  Pues habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.  4  Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él. Comentario a Colosenses 3,1-14 Por el Bautismo el cristiano participa de la vida gloriosa de Jesucristo resucitado. Por eso, Cristo debe llenar todos los horizontes de su vida. «Mi amor está crucificado (...). No me satisfacen los alimentos corruptibles y los placeres de este mundo. Lo que yo quiero es el pan de Dios, que es la carne de Cristo, nacido de la descendencia de David, y no deseo otra bebida que su sangre, que es la caridad incorruptible» (S. Ignacio de Antioqu...

Dios lo resucitó al tercer día (Hch 10,34a.37-43)

Domingo de Resurrección – 1ª lectura 34a Pedro comenzó a hablar: 37 »Vosotros sabéis lo ocurrido por toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38 cómo a Jesús de Nazaret le ungió Dios con el Espíritu Santo y poder, y cómo pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39 Y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; de cómo le dieron muerte colgándolo de un madero. 40 Pero Dios le resucitó al tercer día y le concedió manifestarse, 41 no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos; 42 y nos mandó predicar al pueblo y atestiguar que a él es a quien Dios ha constituido ...

Jesús ha resucitado (Mc 16,1-7)

Vigilia Pascual – B 1 Pasado el sábado, María Magdalena y María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. 2 Y, muy de mañana, al día siguiente del sábado, llegaron al sepulcro cuando ya estaba saliendo el sol. 3 Y se decían unas a otras: —¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? 4 Y al mirar vieron que la piedra había sido removida, a pesar de que era muy grande. 5 Entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, y se quedaron muy asustadas. 6 Él les dice: —No os asustéis; buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar donde lo colocaron. 7 Pero marchaos y decid a sus discípulos y a Pedro que él va delante de vosotros a Galilea: allí le veréis, como os dijo. Comentar...

Destruid este Templo y en tres días lo levantaré (Jn 2,13-25)

3º domingo de Cuaresma – B. Evangelio 13 Pronto iba a ser la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 14 Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. 15 Con unas cuerdas hizo un látigo y arrojó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; tiró las monedas de los cambistas y volcó las mesas. 16 Y les dijo a los que vendían palomas: —Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado. 17 Recordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume. 18 Entonces los judíos replicaron: —¿Qué signo nos das para hacer esto? 19 Jesús respondió: —Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. 20 Los judíos contestaron: —¿En cuarenta y seis años ha sido construido este Templo, y tú lo...

Cristo, causa de nuestra resurrección (1 Co 15,20-26a.28)

Solemnidad de Cristo Rey – A . 2ª lectura 20 Ahora bien, Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primer fruto de los que mueren. 21 Porque como por un hombre vino la muerte, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su propio orden: como primer fruto, Cristo; luego, con su venida, los que son de Cristo. 24 Después llegará el fin, cuando entregue el Reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, toda potestad y poder. 25 Pues es necesario que él reine, hasta que ponga a todos los enemigos bajo sus pies. 26 Como último enemigo será destruida la muerte. 28 Y cuando le hayan sido sometidas todas las cosas, entonces también el mismo Hijo se someterá a quien a él sometió todo, para que Dios sea todo en todas las cosas. La unión de los cristianos con Cristo es tan profunda que la resurrección de Jesucristo es principio y causa de nuestra resurrección. C...

La resurrección de los muertos (1 Ts 4,13-18)

32º domingo del Tiempo ordinario – A . 2ª lectura 13 No queremos, hermanos, que ignoréis lo que se refiere a los que han muerto, para que no os entristezcáis como esos otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual manera también Dios, por medio de Jesús, reunirá con Él a los que murieron. 15 Así pues, como palabra del Señor, os transmitimos lo siguiente: nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la venida del Señor, no nos anticiparemos a los que hayan muerto; 16 porque, cuando la voz del arcángel y la trompeta de Dios den la señal, el Señor mismo descenderá del cielo, y resucitarán en primer lugar los que murieron en Cristo; 17 después, nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados a las nubes junto con ellos al encuentro del Señor en los aires, de modo que, en adelante estemos siempre con el Señor. 18 Por tanto, animaos mutuamente con estas palabras. «Los que han muerto» (v. 13). Literalmente, «los que duerme...

Lo reconocieron al partir el pan (Lc 24,13-35)

Domingo 3º de Pascua – A. Evangelio 13 Ese mismo día, dos de ellos se dirigían a una aldea llamada Emaús, que distaba de Jerusalén sesenta estadios. 14 Iban conversando entre sí de todo lo que había acontecido. 15 Y mientras comentaban y discutían, el propio Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos, 16 aunque sus ojos eran incapaces de reconocerle. 17 Y les dijo: —¿De qué veníais hablando entre vosotros por el camino? Y se detuvieron entristecidos. 18 Uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: —¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días? 19 Él les dijo: —¿Qué ha pasado? Y le contestaron: —Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y ante todo el pueblo: 20 cómo los príncipes de los sacerdotes y nuestros magistrados lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. 21 Sin embargo nosotros esperábamos que él sería quien redimiera a Israel. Pero con todo, es...

Dios lo resucitó (Hch 2,14.22-33)

Domingo 3º de Pascua – A. 1ª lectura 14 Entonces Pedro, de pie con los once, alzó la voz para hablarles así: —Judíos y habitantes todos de Jerusalén, entended bien esto y escuchad atentamente mis palabras. 22 Israelitas, escuchad estas palabras: a Jesús Nazareno, hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, prodigios y señales, que Dios realizó entre vosotros por medio de él, como bien sabéis, 23 a éste, que fue entregado según el designio establecido y la presciencia de Dios, le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos. 24 Pero Dios le resucitó rompiendo las ataduras de la muerte, porque no era posible que ésta lo retuviera bajo su dominio. 25 En efecto, David dice de él: Tenía siempre presente al Señor ante mis ojos, porque está a mi derecha, para que yo no vacile. 26 Por eso se alegró mi corazón y exultó mi lengua, y hasta mi carne descansará en la esperanza; 27 porque no abandonarás mi alma en los infiernos, ni dejarás que tu S...

Jesús resucita a Lázaro (Jn 11,1-45)

5º domingo de Cuaresma – A. Evangelio 1 Había un enfermo que se llamaba Lázaro, de Betania, la aldea de María y de su hermana Marta. 2 María era la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro había caído enfermo. 3 Entonces las hermanas le enviaron este recado: —Señor, mira, aquel a quien amas está enfermo. 4 Al oírlo, dijo Jesús: —Esta enfermedad no es de muerte, sino para gloria de Dios, a fin de que por ella sea glorificado el Hijo de Dios. 5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Aun cuando oyó que estaba enfermo, se quedó dos días más en el mismo lugar. 7 Luego, después de esto, les dijo a sus discípulos: —Vamos otra vez a Judea. 8 Le dijeron los discípulos: —Rabbí, hace poco te buscaban los judíos para lapidarte, y ¿vas a volver allí? 9 —¿Acaso no son doce las horas del día? —respondió Jesús—. Si alguien camina de día no tropieza porque ve la luz de este mundo; 10 pero si alguien camina de noche tropieza porq...