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Mostrando las entradas etiquetadas como Sabiduría

Todos los bienes vinieron con ella (Sb 7,7-11)

28º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 7 Por eso, rogué prudencia, y se me concedió; invoqué un espíritu de sabiduría, y vino a mí. 8 La antepuse a cetros y tronos y, comparada con ella, tuve en nada la riqueza. 9 La piedra más preciosa no la iguala, porque, a la vista de ella, todo el oro es un poco de arena, y, ante ella, la plata vale lo que el barro. 10 La quise más que la salud y la belleza y preferí tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso. 11 Con ella me vinieron a la vez todos los bienes, pues en sus manos hay riqueza incalculable. Comentario a Sabiduría 7,7-11 El sabio por excelencia de la tradición del Antiguo Testamento, el rey Salomón, no recibió la sabiduría por nacimiento. Por eso la imploró, la suplicó (v. 7; cfr más adelante cap. 8; ver también 1 R 3,5ss.; 5,9ss.). Y prefirió la sa...

El justo nos es molesto (Sb 2,12.17-20)

25º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura Se dijeron los impíos: 12 Preparemos trampas para el justo, pues nos es molesto: se opone a nuestros actos, nos echa en cara pecados contra la Ley, nos denuncia de faltas contra la educación que recibimos. 17 Veamos si son veraces sus palabras, pongamos a prueba cómo es su salida. 18 Si el justo es de verdad hijo de Dios, Él le amparará y le librará de manos de los adversarios. 19 Sometámosle a prueba con ultraje y tortura para cerciorarnos de su rectitud y comprobar su paciencia. 20 Condenémosle a muerte ignominiosa, pues, según sus palabras, Dios le asistirá. Comentario a Sabiduría 2,12-20 El impío no se limita a disfrutar de los placeres, sino que no tolera la presencia del justo, porque le es un constante reproche; por eso lo somete a la prueba del tormento y de un fin ignominioso, para ver si Dios, al que el just...

El banquete de la sabiduría (Pr 9,1-6)

20º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 1 La Sabiduría edificó su casa, asentó sus siete columnas; 2 inmoló sus víctimas, mezcló su vino, preparó su mesa. 3 Envió a sus criadas, y clama desde la altura que domina la ciudad: 4 «Quien sea simple, venga acá». A los faltos de seso les dice: 5 «Venid, comed de mi pan, cy bebed del vino que he mezclado. 6 Dejad la simpleza y viviréis, avanzad por los caminos del discernimiento». Comentario a Proverbios 9,1-6 La introducción al libro de los Proverbios termina con una invitación de la Sabiduría a participar del banquete que ha preparado en su casa. La comida tiene un significado simbólico: es la enseñanza de los sabios, y la asimila quien la escucha (cfr Si 24,26-29; Ez 3). Ese alimento prefigura el verdadero Pan de Vida (cfr Jn 4,14; 6,35) que Dios entregará a ...

Por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo (Sb 1,13-15; 2,23-24)

13º domingo del Tiempo ordinario – B. 1ª lectura 13 Dios no hizo la muerte, ni se goza con la pérdida de los vivientes. 14 Sino que creó todas las cosas para que existieran: las criaturas del mundo son saludables, no hay en ellas veneno mortífero, ni el mundo del Hades reina sobre la tierra: 15 porque la justicia es inmortal. 2,23 Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad y lo hizo a imagen de su propia eternidad. 24 Mas por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que son de su bando. Comentario a Sabiduría 1,13 - 2,24 La afirmación central es que Dios no es autor de la muerte, sino que la muerte vino como consecuencia del pecado. Desde esta convicción el autor inspirado ve la muerte física como símbolo de la muerte espiritual, la verdadera muerte, que consiste en la separación definitiva de Dios (cfr 3,1-9). Estas palabras se aclar...

Predicamos a Cristo crucificado (1 Co 1,22-25)

3º domingo de Cuaresma – B. 2ª lectura 22 Porque los judíos piden signos, los griegos buscan sabiduría; 23 nosotros en cambio predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; 24 pero para los llamados, judíos y griegos, predicamos a Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios. 25 Porque lo necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Comentario a 1 Corintios 1,22-25 La sabiduría del mundo es la que se desvía de su recto fin y, en consecuencia, no alcanza a conocer a Dios (cfr Rm 1,19-25), bien porque sólo busca señales externas y sensibles, bien porque únicamente acepta argumentos racionales. Los judíos buscan exclusivamente signos e intentan basar su fe en lo que perciben por los sentidos. Para ellos la cruz de Cristo es escándalo, es decir, obstáculo que imp...

La sabiduría busca a los que son dignos (Sb 6,12-16)

32º domingo del Tiempo ordinario – A . 1ª lectura 12 La sabiduría es resplandeciente e imperecedera, los que la aman la contemplan con facilidad, los que la buscan, la encuentran. 13 Se adelanta a darse a conocer a quienes la anhelan. 14 Quien madruga por ella no pasará fatigas, la encontrará sentada a la puerta. 15 Pensar en ella es sensatez perfecta, quien vela por ella pronto estará libre de preocupaciones. 16 Que ella misma anda buscando a los que le son dignos, se les muestra en los caminos con actitud benigna y les sale al encuentro llena de solicitud. Exaltación de la sabiduría. No es fácil distinguir cuándo el hagiógrafo se refiere a la Sabiduría divina y cuándo a la sabiduría participada por el hombre. Se ensalza el resplandor y la incorruptibilidad de la sabiduría (v. 12). Ésta aparece personificada: «se adelanta a darse a conocer», «sale al encuentro» de los que la anhelan (vv. 13.16); «está sentada» a la puerta de los que «madrugan por ella»...

Tú das ocasión para el arrepentimiento (Sb 12,13.16-19)

16º domingo del Tiempo ordinario – A . 1ª lectura 13 Fuera de ti no hay otro Dios que se cuide de todo, al que tengas que explicar que no juzgaste injustamente. 16 Tu poder es el principio de la justicia,   y el ser Señor de todas las cosas te hace perdonar a todos. 17 Muestras tu fuerza al que no cree en la perfección de tu poder, y a quienes la reconocen dejas convictos de su atrevimiento. 18 Tú, dueño de la fuerza, juzgas con benignidad, y nos gobiernas con gran indulgencia; porque, cuando quieres, haces valer tu poder. 19 Por estos hechos enseñaste a tu pueblo que el justo ha de ser amigo del hombre, y llenaste a tus hijos de buena esperanza, pues, después de pecar, das ocasión para el arrepentimiento. La perícopa está impregnada de la fe más recia en la bondad y poder de Dios, que es único y omnipotente y no tiene que rendir cuentas a nadie (vv. 13-14). Aquí el libro de la Sabiduría conecta con la tradición sapiencial (cfr por ej., Jb 9) y ...

La sabiduría de Dios (1 Co 2,6-10)

6º domingo del Tiempo ordinario – A . 2ª lectura 6 Ahora bien, enseñamos sabiduría entre los perfectos, pero una sabiduría no de este mundo ni de los gobernantes de este mundo que son pasajeros; 7 sino que enseñamos la sabiduría de Dios, misteriosa, escondida, que Dios predestinó, antes de los siglos, para nuestra gloria. 8 Sabiduría que ninguno de los gobernantes de este mundo ha conocido, porque, de haberla conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la gloria; 9 sino que, según está escrito: Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por el corazón del hombre, las cosas que preparó Dios para los que le aman. 10 A nosotros, en cambio, Dios nos lo reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, incluso las profundidades de Dios.  La sabiduría divina, de la que los hombres estamos llamados a participar, coincide con el designio divino de salvación revelado por el mismo Dios, transmitido por el Espíritu Santo. La sabiduría que Pablo proclama no es contraria a l...

Señor, amigo de la vida (Sb 11,22–12,2)

31º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 22 Ante ti el universo entero es como mota de polvo en la balanza, como gota de rocío mañanero que baja a la tierra. 23   Pero te apiadas de todos, porque todo lo puedes; no miras los pecados de los hombres a fin de que se conviertan. 24   Amas a todos los seres y no odias nada de lo que hiciste; porque si odiaras algo, no lo hubieras dispuesto. 25   ¿Cómo podría permanecer algo, si Tú no lo quisieras? ¿Cómo podría conservarse algo que Tú no llamaras? 26   Tú perdonas a todos, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida. 12,1    Tu aliento incorruptible está en todas las cosas. 2 Por eso corriges poco a poco a los que caen; los corriges recordándoles sus pecados, para que se aparten del mal y crean en ti, Señor. La reflexión y enseñanza del amor y misericordia de Dios por todos los seres creados no son, evidentemente, nuevos del libro de la Sabiduría (ver Os 6,4-6; Jon 3,1-...

Se salvaron gracias a la Sabiduría (Sb 9,13-18)

23º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 13   ¿Qué hombre podrá conocer el designio de Dios? ¿Quién podrá pensar lo que el Señor quiere? 14   Mezquinos son los pensamientos de los mortales, inseguras nuestras decisiones. 15   Pues un cuerpo corruptible oprime el alma, la tienda terrenal oprime la mente, llena de preocupaciones. 16   A duras penas entendemos las cosas de la tierra, encontramos con fatiga lo que está a nuestras manos: ¿Quién podrá investigar las cosas del cielo? 17   ¿Quién conocer tu designio, si Tú no le das la sabiduría y envías desde las alturas tu santo espíritu? 18   Sólo así se enderezaron los caminos de quienes hay en la tierra, aprendieron los hombres lo que te agrada, y se salvaron gracias a la sabiduría. Termina la contemplación de la Sabiduría divina, identificada a veces con el «santo espíritu» que Dios envía desde las alturas (v. 17), y concluye con la afirmación de que gracias a la sabi...

Salvación de los justos y perdición de los enemigos (Sb 18,6-9)

19º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 6 Aquella noche fue anunciada de antemano a nuestros padres, para que se alegraran, conscientes de las promesas en que creían. 7 Tu pueblo recibió expectante la salvación de los justos y la perdición de los enemigos. 8 Porque con lo mismo que castigaste a los adversarios, con eso mismo, nos glorificaste llamándonos a Ti. 9 Los hijos santos de los buenos ofrecían sacrificios a escondidas y se imponían unánimes esta ley divina: que los santos compartirían por igual los bienes y peligros; así empezaron a entonar los cantos de alabanza de los padres. El libro de la Sabiduría está hablando de la noche en que los israelitas se disponían a salir de Egipto. Los egipcios habían decretado hacer morir a los primogénitos varones de los hebreos (cfr Ex 1,15-22). Para eludir la muerte, Moisés, recién nacido, es expuesto (v. 5) sobre las aguas del Nilo en una canastilla y salvado providencialmente por la hija del faraón (E...

Desde la eternidad fue formada la Sabiduría (Pr 8,22-31)

Santísima Trinidad – C. 1ª lectura 22 El Señor me tuvo al principio de sus caminos, antes de que hiciera cosa alguna, desde antaño. 23 Desde la eternidad fui formada, desde el comienzo, antes que la tierra. 24 Cuando no existían los océanos fui dada a luz, cuando no había fuentes repletas de agua. 25 Antes que se asentaran los montes, antes que las colinas fui dada a luz. 26 Aún no había hecho la tierra ni los campos, ni el polvo primero del mundo. 27 Cuando asentaba los cielos, allí estaba yo, cuando fijaba un límite a la superficie del océano, 28 cuando sujetaba las nubes en lo alto, cuando consolidaba las fuentes del océano, 29 cuando ponía su límite al mar para que las aguas no lo traspasaran, cuando fijaba los cimientos de la tierra, 30 yo estaba proyectando junto a Él, lo deleitaba día a día, actuando ante Él en todo momento, 31 jugando con el orbe de la tierra, y me deleitaba con los hijos de Adán. La Sabiduría está e...