10º domingo del Tiempo ordinario – C. 1ª lectura 17 Después de todo esto, el hijo de la viuda cayó enfermo, y su enfermedad se agravó hasta el punto de que al niño ya no le quedó aliento. 18 Entonces ella le dijo a Elías: —¿Qué tengo que ver yo contigo, hombre de Dios? ¿Has venido para recordarme mi pecado y traer la muerte a mi hijo? 19 Él le contestó: —Déjame a tu hijo. Lo tomó de su regazo, lo llevó a la habitación de arriba donde él residía y lo acostó sobre su cama. 20 Después clamó al Señor y dijo: —¡Señor, Dios mío! ¿También vas a hacer daño a la viuda que me ha dado hospedaje dejando morir a su hijo? 21 Se tendió tres veces sobre el niño y clamó al Señor diciendo: —¡Señor, Dios mío, que la vida de este niño vuelva a él! 22 El Señor escuchó la voz de Elías y la vida del niño volvió de nuevo a él, y revivió. 23 Elías tomó al niño y lo bajo de la habitación alta de la casa. Lo entregó a su madre y le dijo: —Mira a tu hijo vivo. 24 Respondió la mujer a Elía...